
De pronto en la calle, un niño te sonrie
y te sientes tan pequeño ante este mundo tan grande,
sientes anhelos de tu inocencia perdida,
de esos dias niños en que las preocupaciones no existian,
en que el ser mayor era tu mayor deseo,
ese tiempo en que sacar de tu vida a la persona que te hicera daño,
era tan sencillo como decir :”ya no te ajunto”,
sin sentir ese dolor de conciencia de tu Pepito grillo particular,
sin pensar en lo que está bien o lo que está mal,
sin analizar todos los pasos que damos,
dejándote guiar solo por el momento y la situación.
haciendo las cosas sin pensar en lo que pueda pasar,
sin tener que agobiarte pensando en el que dirán.
Ahora eres consciente de esa inocencia perdida que ya no puedes recuperar,
esa,que hacía que tu mayor deseo….fuese ser mayor,
pero que rapido pasa el tiempo, que rapito pasan esos años,
sin apenas darte cuenta llegas a la mayoría de edad,
y los años siguen pasando casi sin avisar,
cuando un día te das cuenta y vuelves la vista atrás,
solo entonces llegas a ser consciente,
de que esta vida pasa sin avisar,que dura un suspiro,
por ello no la debemos desperdiciar,
sabes con certeza que igual que llegamos nos vamos,
y que es de incautos no saberla aprovechar,
es ahora cuando nos damos cuenta de que lo que anhelamos,
son esos años que dejamos atrás.
Susana Martin
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