
Hoy mi cielo no amanece, solo deja caer sus lagrimas en los tejados,
la oscuridad envuelve mi alma, y el dolor se adueña de mi corazón.
soy muy niña pero a pesar de todo mis oídos permanecen sordos
por que siento que el mundo se me viene abajo.
Una vez más me aíslo de todo y de todos, intento desaparecer y no lo consigo.
A lo lejos escucho palabras que intentan llegar a mi, pero para que escuchar,
Yo no quiero palabras, Yo no quiero consuelos, lo que quiero ya nadie me lo puede dar se ha ido y no volverá,
se fue para nunca regresar, ojala todo fuese un sueño y al abrir los ojos lograra despertar.
La tristeza inunda la estancia en este día en el que yo solo busco soledad.
¿Sabes? no es fácil vivir sin ti, a pesar de mis años entiendo que nadie te podrá sustituir.
Me siento incompleta, es como si mi corta vida se partiese por la mitad;
como si en el camino que está marcado llegase un momento en que no sabes por donde seguir.
Mientras todos hablan, yo callo, pero cuanto todos callan………….soy yo quien habla,
mi voz se vuelve llanto por encima de todos ante la sorpresa de quienes se paran porque no dejó coger tu caja, no quiero que te lleven y te aparten de mí.
Te has ido apagando como una vela que poco a poco se extingue, ni tiempo he tenido para decirte adiós.
Mis padres, mis tíos, mis primos….todos intentan calmar en vano esta tristeza,
pero una vez más sigo negándome a escuchar y como puedo, consigo dejarlos a todos atrás.
En estos momentos solo hay una persona con la que quiera estar, y sí no es a su lado
solo quiero soledad, no quiero consuelos ni palabras que una y otra vez me repiten lo mismo,
no comprenden que lo único que hacen es aumentar mi dolor.
No se si pasan segundos, minutos, horas…ya todo da igual, solo se que por fin estoy sola
que he huido de la gente que con sus palabras solo me hacen llorar, que me recuerdan una y otra vez que no estas, que sin buscarlo he encontrado la compañía de quien no me juzgará.
Cuando mis padres me encuentran estoy dormida de tanto llorar, con los ojos rojos e hinchados por el llanto, y abrazada a mi perro que es el único que me pudo consolar.
Shuhsannah Martín
No hay comentarios:
Publicar un comentario