Apareciste en mi vida como un lobo con piel de cordero,
y yo tonta idiota no supe ver más allá de lo que mis ojos quisieron
ver,
me deje engañar por tu falso porte,
por tu falsa apariencia que tanto te gusta usar,
me deje embaucar como una idiota,
y con lagrimas pague los ataques que lograste causar..
Te fingiste el ser más tierno,
ese a quien todo el mundo quiere creer,
el que por delante pone una cara,
y por detrás todo se vuelve al revés.
Hoy veo en ti ese lobo,
que saca sus garras
nuevamente para dañar,
pero ya tus ataques no me hacen daño,
son solo ataques que he aprendido a parar.
Susana Martín Rodriguez
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