Ojala los seres humanos naciésemos con un botón de replay.
Tener la capacidad de volver el tiempo atrás y cambiar ese
segundo, ese minuto en el que una persona llega a tu vida para hacerla añicos,
para partirte el corazón, o quedarse en tu vida y no poder olvidarla jamás.
Volver el tiempo atrás para volver a esos instantes con esos
seres queridos que ya no están y que por ello duele su ausencia, duele ese
sitio vació que solía ocupar, y duele el corazón porque ya nunca volverán.
Regresar a esa infancia sin preocupaciones en las que fuimos
niños felices sin ser conscientes de ello, s sin nada más importante que jugar,
con todas esas personas que llenaban nuestros días y esos amigos de infancia que a veces ya no
volvemos a ver más.
Pero no, la vida no es así y todo es más complejo. Es ahí donde nos damos cuenta que muchas
personas llegan y se van, otras llegan para darte lecciones de vida, te golpea y
te hace más fuertes, y otras; las más importante; llegan para dejar vacíos que nadie puede
llenar.
Gracias a todos, los que están y los que no estando perduraran
para siempre en mis recuerdos.
Shushannah Martin
Hola, Susana. Gracias por compartirnos tu pensamientos; o, debo decir tus emociones. Todos venimos con la misma “caja de herramientas” y, sí, falta ese botón de “replay” que mencionas, concepto que entiendo muy bien, sólo que yo utilizo la palabra “rewind” o reversa. Estoy en sintonía contigo tratando de, al no encontrar “replay”, de aceptar la vida como vino y como viene. Un fuerte abrazo.
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