Fueron años difíciles, fueron tiempos para no recordar,
fueron amores espinosos pero juntos lo pudieron lograr.
El conocía el dolor, la soledad, el trabajar y el luchar por
las cosas que se quieren lograr,
Ella, era dulce miel, imposible de no amar, fácil de querer,
he imposible de olvidar.
juntos vencieron los obstáculos de un amor, que la vida se
empeñaba en separar,
cada vez que se juntaban, el destino los volvía a separar,
y cuando más se amaban, más tenían que luchar.
Vencieron las barreras, los perjuicios con los que tenían
que luchar,
las clases sociales, y todo lo que día a día aparecía para
unirlos más.
Lograron hacer posible lo imposible,
y vivir su amor pleno, para una familia formar,
y así año tras año, se iban comprendiendo y amando más.
Era un amor tan inmenso, que a nada en la vida se podía
comparar,
El cada día al llegar de su trabajo, con un ramo la quería
obsequiar,
Ella con un beso y su amor le correspondía sin dudar,
y así año tras año, lograron estar juntos hasta el final.
El llego a su casa un día, pero ella ya no lo salio a
esperar,
fue solo la muerte cruel, quien se la consiguió arrebatar,
más hay sigue el, con su ramo en la mano,
sabiendo que con gran dolor se lo tiene que ir a llevar,
que aunque la muerte se la haya llevado ya,
mientras el siga vivo y pueda caminar,
su ramito de flores ningún día le puede faltar.
Susana Martín Rodriguez
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