Siento, que la vida nunca nos prepara lo suficiente bien para las perdidas de nuestra vida.
Esa sensación de sentir que nuestro corazón es como un gran árbol, al que poco a poco se le van cayendo las hojas, esas hojas que son las personas a las que tenemos que ir diciendo adiós y asumir que ya nunca más las podremos abrazar, o podremos mantener una charla con ellas.
Esas pérdidas que no importa que edad tienes, si eres más joven o más adulto, pero que cuanto se van, notas que algo se desprende dentro de ti, y que ese dolor nunca cicatriza, y por más que pasa el tiempo ese dolor permanece dentro de ti en cada uno de tus días y solo queda, aprender a vivir con el.
Shushannah Martin
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