Si señores, me he dado cuenta que odio las moscas, las
moscas chicas y las moscas grandes, las de dos patas y las de seis, tampoco me
considero racista así que mi odio va encaminado a las de cualquier color, a las
del día y a las de la noche, a las moscas …. y a los moscones.
Deliberando un poco, me paro a pensar en todas las moscas
que pasan por mi vida y todas las que quedan por pasar y sinceramente creo que
no han sido de gran aportación en mi camino ;es más; de algunas aún recuerdo
cuanto me llegaron a molestar.
¿Y saben qué? Recapacitando un poco creo que ya he
descubierto el origen de este odio, siento que viene dado porque meten sus
narices en todas partes sin ser llamadas y no se dan cuenta que no paran de
molestar.
Susana Martín
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