Cuando en la noche el sueño no viene a por ti,
cuando el corazón se empeña en hacerte sufrir,
cuando tu cuerpo decide que no es hora de dormir,
cuando sientes que lo único que puedes hacer es huir,
solo te queda una salida, agarrar la puerta y salir,
y emprender el camino que quieres seguir.
Buscar en la noche la libertad,
así gasté mis pasos intentando huir de la ciudad,
buscando un sitio donde poder encontrar soledad,
rebusqué y camine casi hasta el amanecer,
pero aún así no lo encontré.
Quise perderme en sus calle,
en sus avenidas,
en sus parques,
sus cafés….
pero fue imposible, no lo logre,
está gran masa de cemento llena todo lo que ves.
Quise cerrar los ojos y desaparecer,
pero por más que lo intente,
por más que luche,
no lo logré,
y así, sin saber muy bien como ni porqué,
acabé viendo lo vello que es ver el amanecer.
Susana Martín
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