
Esta vida se empeña en ponernos las cosas difíciles,
tal vez con el propósito de que el camino que queda por recorrer sea más fácil
o tal vez para enseñarnos a valorar lo que ansiamos.
Ocurre que a veces el destino es caprichoso,
Y esa persona que te complementa se encuentra a miles de kilómetros,
a tanta distancia que parece imposible haberla encontrado,
y te das cuenta que esa persona ya te esperaba
porque su vida al igual que la tuya no estaba completa.
Hay quien tiene la suerte,
de que el azar caprichoso los una, brindándoles la ocasión de encontrarse,
de conocerse, de comprenderse, de escucharse,
de quererse, de extrañarse, de entenderse, de respetarse,
de admirarse, de enamorarse….
y es entonces cuando un día, sin más,
se dan cuenta de que el amor ha llegado sin previo aviso,
a pesar de que la distancia les hace imposible verse,
y que ya no pueden dar marcha atrás,
porque contra el corazón no se puede luchar.
En ese momento la fantasía comienza a ser realidad,
el sueño comienza a tomar forma y puede llegar a funcionar.
La vida te muestra todo lo que se puede perseverar
y luchar para lograr lo que el corazón anhela realizar.
Yo sé que a veces las cosas no son fáciles,
que hay situaciones difíciles y decisiones que tomar.
Pero a lo largo de nuestra vida se aprende,
que cuando el corazón te dice que debes hacer,
solo queda escuchar e intentar centrar la cabeza para no equivocarse más.
Y así, cuando el corazón y la cabeza hablan,
no hace falta nada más…
Susana Martín
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