
Hoy el cielo está nublado,
pero en mi cielo brilla el sol,
te fue tan fácil hacerme sonreír,
hacer que mis ojos brillen con luz propia
y hacer que mi corazón se haga más grande,
para albergar ese pedacito de ti,
porque yo se que si esta vida es justa,
en algún momento toca parar de sufrir
y de que todo deje de salir al revés.
En algún momento Dios desde ahí arriba,
tiene que encontrar un huequito para pararse a mirar,
y ver cuando cada uno de nosotros, da lo mejor de sí.
Aunque nosotros a veces con las prisas,
no nos damos cuenta que la felicidad es algo tan efímero,
que puede durar un suspiro, un instante nada más,
y me doy cuenta que cuando la tenemos,
a veces no la sabemos disfrutar,
por eso cuando se te acerque,
agárrala fuerte, y no la dejes escapar.
Susana Martín

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